El objetivo del tratamiento Ambrego es curar el cáncer de forma controlada. No hay ciclos de tratamiento en los que se administre una combinación de fármacos y el cuerpo tenga que recuperarse después durante más tiempo, como ocurre con la quimioterapia convencional.
Como parte del tratamiento Ambrego, se utiliza un fármaco para poner las células cancerosas en detención constante del ciclo celular, lo que significa que las células cancerosas ya no pueden dividirse y, por tanto, crecer. Con otro fármaco, se destruyen las células cancerosas, pero, como no hay una carrera para combatir el crecimiento del cáncer, sólo a un ritmo que no abrume al paciente.
El paciente tiene muchas posibilidades de llevar una vida normal durante el tratamiento y de curarse al final del mismo.